Cuando mi esposa y yo volvÃamos a casa nos encontramos con un hombre negro que salÃa del ascensor. Le ofrecimos venir con nosotros a nuestro apartamento y follarla. Ella comenzó a seducirlo y rápidamente pasó a fetiches más duros. El negro la folló muy fuerte y ella gritaba, pidiéndole que la follara aún más. Estaba mirando y lamiendo su coño. Ella me estaba mirando mientras tenÃa sexo con él y después de que ella llenó su apetito sexual, el hombre negro se corre en su coño y cuerpo y me gusta intercambiarlo todo con mi esposa. ¡Me encanta lamer el semen de mi esposa!
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